Sensualidad o sexualidad eso es lo que esperaban de 50 Sombras de Grey
La ironía de los primeros tramos del largometraje es probablemente una de las mejores bazas de esta cinta que de película erótica tiene más bien poco (cuatro azotillos y cuatro planos de desnudos y culos tanto femeninos como masculinos) después de que fueran eliminadas las escenas más explícitas del texto original. Efectivamente, la tan cacareada escena del tampón pero también la del desvirgamiento oral de la protagonista en la bañera y, para esta crítica, es una lástima que la poda se haya cebado con los pasajes que podrían haber calentado y otorgado algo de empaque a la cinta. Y es que en su salto al cine, 50 sombras de Grey ha sufrido un proceso de lavado de cara, de higienización para hacerla más accesible , que ha afectado de manera considerable a todo aquello relacionado con el sexo en general y los polvos entre la pareja protagonista están filmados y montados con menos gracia que un videoclip de Miley Cirus. Si en la novela las prácticas BDSM eran un mero gancho, aquí son